“Las madres y padres, siendo modelos de sus hijas/os, les enseñan a valorar a las personas, el entorno, las cosas y el pueblo”

Dentro del proyecto Jagon Lemoa, la psicóloga Yolanda Atxa Elordui ofrecerá dos charlas. Una la llevó a cabo el lunes pasado, y la siguiente será el próximo lunes.
¿Qué se encontrará un padre o madre en las charlas sobre el proyecto Jagon Lemoa?
Juntos y promoviendo la participación de todas/os, tendremos la oportunidad de sumergirnos en una reflexión sobre el cuidado entre las/os miembros de la comunidad y el cuidado del pueblo. Para ello, subrayaremos la importancia de educar en valores a nuestras/os niñas/os, adolescentes y jóvenes, recordando la importancia del compromiso de todas/os. Conversaremos tomando como punto de partida el respeto mutuo, la tolerancia a las diferentes opiniones y formas de actuar y la comprensión del pueblo como una comunidad.
¿Cuál es la relación entre las familias y los valores que se transmiten a hijos e hijas? ¿Por qué los valores son tan importantes?
Educar en valores ofrece a la actitud y al comportamiento de nuestras/os niñas/os y jóvenes consistencia, rectitud y alegría. Ayudándoles a mantener el equilibrio interior y la motivación, da sentido a sus vidas. Las madres y padres, siendo modelos de sus hijas/os, les enseñan a valorar a las personas, el entorno, las cosas y el pueblo.
He aquí algunos ejemplos de confirmación, ¿Cuál es tu opinión?
Desde pequeños hemos dado al niño o niña la oportunidad de hacer lo que quiere y los y las adultas, aunque no estemos de acuerdo, hemos aceptado la opción adoptada sin poner límites.
Las/os educadoras/es, y las madres y padres lo sois, tenemos que enseñar a nuestras/os niñas/os a actuar frente a las diferentes condiciones y los múltiples límites que surgen a lo largo de la vida. Sin límites con sentido, las/os niñas/os no son libres, sino esclavas/os de sus deseos irrefrenables. Hacer sus elecciones ante las oportunidades es adecuado pero para poder tomar las decisiones apropiadas, hay que entender que cada elección tiene consecuencias tanto para una/o misma/o como para las demás personas.
Antes, una persona adulta podía llamar la atención por romper el cristal de la casa de cultura y la familia lo secundaba. Hoy, en cambio, la ciudadanía no se atreve a llamar la atención sobre lo que se rompe, ya que padres y madres salen en defensa de sus hijos.
Acordando y compartiendo los valores básicos, todas/os podemos convertirnos en agentes de la comunidad, siendo referentes de nuestras/os niñas/os, adolescentes y jóvenes y transformándonos en comunidad educativa. Para defender a nuestra infancia no hay nada mejor que crear una comunidad consistente.
Las relaciones entre los y las adolescentes de hoy en día son bastante violentas.
En muchas ocasiones así suele ser pero tendríamos que preguntarnos cuál es su origen. Los seres humanos aprendemos por imitación y las/os adultas/os a menudo no somos el mejor modelo, porque con frecuencia rompemos las normas de convivencia y olvidamos el cuidado mutuo. Educar en valores puede evitar o reducir la violencia.